Reseña Histórica de la fundación de nuestro Colegio
“Creceréis en número y os extenderéis; cruzareis los mares…”
San Antonio María Gianelli
Largo había sido el camino: 100 años de amor a los pobres, a los enfermos, a los niños en América Latina. La semilla del Instituto de las Hijas de María del Huerto había caído en buena tierra y se iba convirtiendo en frondoso vergel que se extendía desde la lejana Italia hasta América. Ya en 1859 las Hermanas del Huerto arribaban a Argentina y poco más de 50 años después, en 1915, algunas religiosas llegaban Vallenar para tomar bajo su dirección el hospital de la ciudad.
Allí las conoció el Presbítero Paravano, jesuita quien logró interesar a la Congregación en la labor educacional que podría desarrollarse en la ciudad de Quillota.
El 19 de enero de 1929, cuatro religiosas de la Congregación de “Hijas de María Santísima del Huerto”, las Hermanas María Elena Costa (Superiora), María Francisca Iribarri, María Rita Brenann y María Auxiliatriz Bouza, llegan a la ciudad de Quillota, provenientes de Buenos Aires.
Su objetivo era fundar el Colegio Nuestra Señora del Huerto de Quillota, en el edificio en el que hasta el año 1928 había funcionado el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, dirigido hasta ese momento por las religiosas de San José de Cluny, las cuales se volvían a Francia. El año 1929 abrió sus puertas el Colegio Nuestra Señora del Huerto, contando con tres cursos y una matrícula de 102 alumnas, y además un internado. Su primera Directora y Superiora es la Hermana María Elena Costa.
En sus orígenes, ocupaba el mismo lugar donde actualmente se encuentra, pero con un espacio más reducido: un edificio de dos pisos antiguo, con piso de ladrillo en su mayor parte, con una gran encina en medio del patio, acompañada de una quinta de chirimoyos y lúcumos en lo que es hoy la sala de conferencias, el laboratorio, el Gimnasio y la “Quinta” verde que todos disfrutamos.
A partir del año 1998 pasa a tener Jornada Escolar Completa y en el año 2001 comienza a ser un colegio mixto de educación Científico Humanista.
En el Huerto de Quillota se han ido plasmando vidas e historias, años de labor intensa y fructífera, de lo que dan fe todas las generaciones que se han formado desde 1929 hasta la fecha durante 90 años de crecimiento intelectual y espiritual. En nuestras aulas se han formado distinguidas damas y varones que aportan a la ciudad y al país desde su calidad humana, profesional y cristiana, volviendo a integrarse con sus hijos a la familia Huertano-Gianellina.
Al costado del patio, tal como era en 1929, se conserva la Capilla, corazón de nuestra comunidad escolar, desde donde la Virgen del Huerto vela por nosotros, recordándonos siempre la obligación de practicar la “Caridad Evangélica Vigilante”.